jueves, 22 de marzo de 2012

Síndrome de descomprension rápida



¿Qué es la enfermedad des compresiva?
Esta enfermedad también llamada "enfermedad del buzo" o "ataque de presión", se debe a la formación de burbujas de nitrógeno en zonas del organismo que pueden pasar a la sangre (dando lugar a fenómenos embolicas), permanecer donde se han formado o emigrar a otras partes, produciendo diversos síntomas.
 Las burbujas se forman cuando el buceador sube desde aguas profundas, donde hay más presión, hacia la superficie, donde la presión es menor, en un espacio de tiempo demasiado corto. Los síntomas se presentan poco después de salir a la superficie y van desde un simple dolor de cabeza, vértigos y cansancio, hasta dolor en las articulaciones, trastornos cutáneos, neurológicos (parálisis) e incluso en los casos graves, shock y muerte.


¿Por qué se produce?
El nitrógeno constituye el 70% de los gases de la atmósfera y está presente en el aire que respiramos y en las botellas que se emplean para bucear. Al sumergirse, la presión ambiental aumenta de forma proporcional a la profundidad alcanzada, con lo que el buceador respira aire a una presión mucho mayor que en la superficie. Al aumentar la presión parcial del nitrógeno, gran cantidad de este gas tiende a penetrar en los tejidos del organismo. La cantidad de nitrógeno disuelto depende de la profundidad y duración de la inmersión: cuanto más larga y profunda, mayor cantidad de nitrógeno absorberán los tejidos del organismo. No hay problema mientras el buzo permanezca a presión, pero al ir ascendiendo la presión disminuye y el nitrógeno tiende a abandonar los tejidos y es eliminado por los pulmones al expulsar el aire.
Si la velocidad del ascenso supera a la que el nitrógeno disuelto es capaz de abandonar los tejidos, éste formará burbujas que pasarán a la sangre o permanecerán en los tejidos produciendo una serie de síntomas (parecido a lo que ocurre al abrir demasiado rápido la botella de una bebida gaseosa).
Para disminuir el riesgo de formación de burbujas se deben cumplir las normas de seguridad establecidas:
  • Ascender lentamente, a un ritmo no superior a 12-18 metros por minutos.
  • Realizar, a ciertas cotas de profundidad, unas paradas de descompresión.

Existen tablas que establecen la relación entre profundidad y el tiempo de inmersión, e indican las paradas a realizar, a qué cotas de profundidad y de qué duración. Con todo, dichas tablas no garantizan no sufrir un accidente de descompresión, ya que influyen otros factores como la edad, la obesidad, el ejercicio, el frío, algunos fármacos y el sexo (las mujeres tienen más riesgo que los hombres). El buceador debe conocer el perfil de descompresión más adecuado a su actividad y añadir a lo indicado en las tablas las variaciones de seguridad en función de estos factores.

¿Cuáles son los síntomas?
Dolor de cabeza, vértigos, cansancio inusual o agotamiento. También erupciones en la piel, dolor en las articulaciones, hormigueo en brazos o piernas, debilidad muscular o parálisis. En algunos casos dificultad para respirar, alteración de conciencia e incluso la muerte. Los síntomas suelen aparecer al poco tiempo de salir del agua o durante las últimas etapas del ascenso en las formas graves. Casi el 80% de los casos presentan los síntomas dentro de las primeras 2 horas posteriores a la inmersión y el resto dentro de las 24 siguientes. Si aparecen 24 horas después de bucear, es poco probable que se trate de un accidente des compresivo, aunque hay excepciones.
Si el buceador se somete a un descenso significativo de la presión atmosférica durante las 12 ó 24 horas siguientes a su inmersión (escalar una montaña, viajar en avión, etc.) puede producirse un accidente des compresivo ya que la baja presión facilita la formación de burbujas en tejidos que ya estaban saturados de nitrógeno.

¿Qué hay que hace para evitarla?

  •  Siga estrictamente las normas de seguridad (buceo en parejas, velocidad adecuada de ascenso, paradas de descompresión según indican las tablas).
  • Sumérjase sólo dentro de los límites establecidos en las tablas de buceo.
  • Mantenga un ritmo de ascenso lento y pausado, no superior a 12-18 metros por minuto.
  • Procure evitar las inmersiones que exijan una parada de descompresión en el agua.
  •  Haga una parada de seguridad de 3 minutos a una profundidad de 5 metros.
  •  No se sumerja más de tres veces al día.
  • Si programa más de una inmersión en el mismo día, empiece por la más profunda.
  • Si bucea durante varios días seguidos, tómese un día libre cada dos o tres días.
  • No realice esfuerzos antes o después de bucear.
  • Beba mucho líquido antes de bucear.
  • Evite beber alcohol antes de una inmersión.
  • Asegúrese de que está descansado y en buena forma física. So métase a chequeos médicos con regularidad. De padecer alguna enfermedad, consulte al especialista antes de realizar una inmersión.
  • Respete un intervalo de al menos 24 horas entre una inmersión y un vuelo o el ascenso a una montaña. Si se ha sometido a terapia de re compresión en una cámara hiperbárica, el intervalo será de al menos 48 horas.



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